Esas cosas que valen la pena: El grito silencioso de Millares, en el Centro Botín de Santander

miércoles, 4 de septiembre de 2019

El grito silencioso de Millares, en el Centro Botín de Santander

"El arte no debe serlo porque agrade (que no andamos en tiempos de buenas digestiones ni de reír por tonterías), sino más bien porque duela rabiosamente. Nada de explicaciones o entendimientos. El arte no puede ser el cómodo asiento de lo intangible, sino el camastro pavoroso de los pinchos donde nos acostamos todos para echarle un saludo intemporal a la aguardadora muerte."

Manolo Millares 1959

Manolo Millares (Las Palmas de Gran Canaria 1926 - Madrid 1972) fue un artista polifacético canario, al que le tocó vivir una etapa difícil de nuestra historia reciente. De formación académica e inicios figurativos fue evolucionando en sus obras, desde la influencia del surrealismo y constructivismo, hasta la abstracción o el expresionismo abstracto.

A partir de 1955, fecha en la que se vino a la península con su pareja Elvireta Escobio, empezó a utilizar materiales nuevos en sus obras como la arpillera, arena, madera...lo que le caracterizó como artista innovador y lo hizo reconocible para la mayoría de nosotros. Fue cofundador del grupo El Paso junto con Rafael Canogar, Juana Francés, Antonio Saura y Pablo Serrano entre otros. Murió prematuramente, a los 46 años, a causa de un tumor cerebral.

La exposición El grito silencioso. Millares sobre papel, que se presenta actualmente en el Centro Botín de Santander, comisariada por Mª José Salazar, hace un recorrido por sus trabajos en papel en cuatro etapas: desde sus inicios en la figuración y naturalismo, en los que destacan sus autorretratos, la serie Manos y la incorporación de la poesía a sus obras, una segunda etapa, de madurez artística a partir de 1955, en la que se acerca a la abstracción, y se acentúa su rebeldía contra el régimen y predominan la fuerza del gesto y el color, una tercera donde el negro y el luto se hacen presentes a través de 31 dibujos, y una etapa final, con obras luminosas y poéticas, entre las que se encuentran las que hizo después de su viaje al Sahara, y también la serie dedicada a Mussolini (1971).

En total, se presentan unos cien dibujos, la mayor parte de la colección de la familia, y es la primera vez que se hace una exposición monográfica de los trabajos en papel del artista, que utiliza tanto el grafito como la acuarela y la tinta china. Para la comisaria, Manolo Millares fue un artista transgresor, brillante y comprometido.

Esta muestra se enmarca dentro de la voluntad del Centro Botín de poner en valor el dibujo como una disciplina independiente.

Exposición muy interesante que nos permite acercarnos a esta faceta menos conocida de Millares. Se podrá visitar hasta el 15 de septiembre de 2019.