"Si te vales de los utensilios de la poesía para hacer tus propios diagnósticos de la realidad, ¿lograrás alguna vez lo más complejo: la concordancia entre lo insuficiente y lo absoluto?..."
(Del poema "Prodigioso abismo"- Desaprendizajes)
El pasado miércoles 8 de abril se presentó en el Centro Andaluz de las Letras (CAL), el último libro publicado por J.M. Caballero Bonald (Jerez, 1926): "Desaprendizajes": un poemario de 91 poemas en prosa (aunque al autor no le gusta mucho esta denominación).
Fue todo un lujo contar una vez más con la presencia del autor, que demostró su generosidad con la lectura de varios de los largos poemas de este libro: "Prodigioso abismo", "Antídotos que el tiempo inutiliza", "Exequias de barcos", "Raya de la vida", "Casus belli"... Como siempre, esa lucidez crítica e irónica a la que nos tiene acostumbrados y ese dominio del lenguaje donde cada palabra y cada construcción sintáctica está plenamente justificada en ese ejercicio de disidencia dentro de la poesía española.
El acto fue presentado por Aurora Luque, que hizo un repaso de la trayectoria de C. Bonald y un recorrido por los poemas de este nuevo libro, y por Antonio Soler, con un tono más poético.
Fragmentos de algunos de los poemas de este libro:
"Este náufrago o peregrino a quien la marea arroja a una innombrada isla reescribe el mundo. Ha sufrido las clamorosas torturas del que lucha a solas contra el mar, que es la peor de todas las soledades pensables..." (Soledades)
"La justicia, como la libertad, no acepta versiones deficientes, discontinuas. Sólo tolera en buena ley lo inequívoco perpetuo. Los justos, los libres, lo son consecutivamente, sin mermas ni intervalos. Por eso estoy aquí, frente a la inicua puerta carcelaria, viendo cómo descienden de las turbias cumbreras de la noche los usuarios del más indigno arengatorio de la tribu..." (Derecho consuetudinario)
"Los látigos del tiempo fustigan las livianas paredes de tu casa. La mesa en la que escribes tiene un boquete atroz por donde se vacían las voces, los silencios, esas desavenencias que son ya como restos de enseres oxidados..." (La mesa en la que escribes tiene un boquete atroz)
"Frágiles son las alas del tiempo que has vivido. Frágiles y difusas como esbozos trazados al borde mismo de la desmemoria, como indistintas trazas de ceniza que el viento arrastra y disemina por un solar desierto...Falta la vida, asiste lo vivido. Todo lo transitorio concierne a ese eslabón de la memoria que restaura las cláusulas esquivas del pasado. Lo demás acabará internándose por los mismos atajos que recorre el olvido". (Reconocimiento)
¡"Chapeau", una vez más, señor C. Bonald!
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