Dentro de la XXX Temporada Lírica de Málaga, dedicada en esta ocasión al gran maestro Giuseppe Verdi (1813-1901), se presenta hoy, en el Teatro Cervantes de Málaga, la ópera Aida, obra de madurez y la segunda programada, junto con La Traviata, que ya se estrenó en noviembre, y Otelo, prevista para mayo. Las tres óperas de Giuseppe Verdi, obras maestras dentro de su producción, representan distintas etapas en la trayectoria del autor.
"Aida", con libreto de Antonio Ghislanzoni, basado en una historia del egiptólogo francés Auguste Mariette, se estrenó en 1871 en el Teatro de la Ópera de El Cairo. Consta de cuatro actos y es un drama de un romanticismo tardío en una época marcada ya por el positivismo y el realismo.
La acción se sitúa en el Egipto de los faraones, en Menfis y Tebas, en el que Radamés, capitán del ejército egipcio, dirige las tropas que vencen a los invasores etíopes, y hace prisionero a su rey, Amonasro, padre de Aida. Esta, esclava etíope al servicio de la hija del faraón, Amneris, era amada por Radamés, que desconocía su origen, amor que ella corresponde pero, a su vez, Amneris también estaba enamorada de Radamés.
En la ópera se plantea, pues, el conflicto entre el poder religioso-político y el amor, más poderoso que las diferencias y el odio entre los pueblos, pero que está abocado a la muerte, con Radamés juzgado y condenado por traidor a ser enterrado vivo, y Aida que le acompaña en su destino.
Uno de los rasgos más interesantes de "Aida" es la superposición de dos planos: el colectivo, con esas escenas de masas que tienen su ejemplo más destacado en la "Marcha triunfal" del segundo acto, y el intimista en el que se habla de amor y sufrimiento.
La acción se sitúa en el Egipto de los faraones, en Menfis y Tebas, en el que Radamés, capitán del ejército egipcio, dirige las tropas que vencen a los invasores etíopes, y hace prisionero a su rey, Amonasro, padre de Aida. Esta, esclava etíope al servicio de la hija del faraón, Amneris, era amada por Radamés, que desconocía su origen, amor que ella corresponde pero, a su vez, Amneris también estaba enamorada de Radamés.
En la ópera se plantea, pues, el conflicto entre el poder religioso-político y el amor, más poderoso que las diferencias y el odio entre los pueblos, pero que está abocado a la muerte, con Radamés juzgado y condenado por traidor a ser enterrado vivo, y Aida que le acompaña en su destino.
Uno de los rasgos más interesantes de "Aida" es la superposición de dos planos: el colectivo, con esas escenas de masas que tienen su ejemplo más destacado en la "Marcha triunfal" del segundo acto, y el intimista en el que se habla de amor y sufrimiento.
La ópera, que se representará viernes 1 de marzo y domingo 3 de marzo de 2019, es una producción conjunta del Teatro Cervantes de Málaga y Producciones Telón, y contará con la Orquesta Filarmónica de Málaga, con dirección musical de Arturo Díez Boscovich, el Coro de Ópera de Málaga, dirigido por Salvador Vázquez, y como directores de escena Ignacio García y Aurora Cano. Como solistas, la soprano Maribel Ortega (Aida), el tenor Alejandro Roy (Radamés), la mezzo Mali Corbacho (Amneris), el barítono Luis Cansino (Amonasro), y los bajos Felipe Bou (Ramfis) y Christian Díaz (Rey de Egipto), entre otros.
"Aida" es un drama lírico de gran belleza con célebres coros, como la marcha triunfal "Gloria all'Egitto", que da lugar a veces a espectaculares puestas en escena, pero también con arias intimistas como "Celeste Aida, forma divina" y, aunque ya la vimos la pasada temporada en el Teatro Real de Madrid con dirección escénica de Hugo de Ana ("Aida" en el Teatro Real), no faltaremos a nuestra cita lírica en el Cevantes.
Y, una vez más, reivindicamos ese Auditorio que Málaga necesita ya sin más demora.
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