Hace unos meses descubrí el nuevo local de Casa Mira en Málaga, en el entorno Thyssen (calle Andrés Pérez), a espaldas del Museo Carmen Thyssen, y me pareció un sitio coqueto y agradable, donde todos los detalles están cuidados, y que vale la pena visitar.
Abrió sus puertas en 2015, en un edificio familiar del siglo XIX, y recoge toda la tradición de una familia de heladeros procedentes de Jijona que, en 1890, se estableció en Málaga, en calle Nueva, sede y obrador central (cerrada recientemente). El fundador, Severino Mira, empezó vendiendo turrones de Jijona y luego abrió la que fue la primera heladería de la ciudad (una "horchatería valenciana"). La familia continuó el negocio abriendo nuevos locales, entre ellos el situado en calle Larios, uno de los más conocidos.
Es ahora su biznieto, Fernando Mira Monerris, el que ha querido darle un nuevo enfoque a esta empresa artesana y familiar con este local de calle Andrés Pérez, en el que ha recogido mobiliario y ajuar de su familia, junto con el cancel de madera del s.XIX, de la Farmacia Laza de Málaga. Junto a la tradición, la modernidad se hace presente también con una estética muy cuidada en cada uno de los elementos funcionales y decorativos del local. Funciona también como tienda de "delicatessen" en la que el turrón es el ingrediente clave pero en la que también se pueden comprar distintos tipos de té (estupendo el de jazmín) y otros productos.
Un buen sitio para hacer un alto en el callejear por el centro de la ciudad y disfrutar de un rato tranquilo degustando un helado de turrón o un té aromático acompañado de un fartón valenciano o una mini magdalena de turrón. Placeres...
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