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martes, 2 de diciembre de 2014

"Herejes", de Leonardo Padura


"Algunos miles de aquellos jóvenes, considerados solo por sus preferencias capilares, musicales, religiosas, o en cuestiones de vestimenta y sexo como lacras sociales inadmisibles en los marcos de la nueva sociedad en trámite de construcción, habían sido no solo trasquilados y rediseñadas sus ropas. Muchos de ellos, incluso, terminaron recluidos en campos de trabajo donde se suponía que, en duras faenas agrícolas trabajadas bajo régimen militar, serían reeducados por su bien y el bien social...Y, al tiempo que recordaba, Mario Conde no podía dejar de preguntarse si todo aquel dolor y represión contra los diferentes, por el solo hecho de serlo, si aquella mutilación de la libertad en la tierra de la libertad prometida, habían servido para algo: al menos por lo que ahora veía, no."
(pág. 410   Círculo de Lectores) 

"Herejes" novela del 2013,la última  publicada hasta la fecha (2014) del escritor cubano  Leonardo Padura (1955) y la primera que leo del autor. Es conocido por toda una serie de novelas policíacas que tienen como protagonista al detective Mario Conde (sic), y otras como "El hombre que amaba a los perros", sobre Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, que pasó sus últimos años en La Habana.
Publicada por Tusquets, y también por el Círculo de Lectores, con casi 600 páginas, 
El título hace referencia a aquellos que se salen de la ortodoxia, religiosa (judía), en principio, pero también de los que quieren seguir su camino, diferentes al resto. Parte de un hecho histórico sobrecogedor, y que confieso que no conocía: El intento de desembarco en 1939 en La Habana de un barco, el M.S Saint Louis, con 900 judíos a bordo que procedían de Alemania. Después de estar fondeado varios días, las autoridades cubanas y estadounidenses no dieron el permiso y el barco tuvo que volver a Europa: la mayoría de esos judíos terminaron en campos de concentración como el de Auschwitz.
La obra está organizada en tres partes: en la 1ª, "Libro de Daniel", el niño Daniel Kaminsky y su tío, de origen polaco, esperan en el puerto de La Habana la llegada de su familia, con la confianza de que un cuadro de Rembrandt que estaba en posesión de la familia desde el s.XVII les ayude a entrar en la isla. La historia se desarrolla en La Habana, con saltos en el tiempo, de 1939 a 2007. fecha en que  el pintor Elías Kaminsky, hijo de Daniel, viaja desde E. Unidos a Cuba para intentar averiguar qué pasó con el cuadro y contrata al detective Mario Conde.  La 2ª parte se desarrolla en Amsterdam en el s.XVII: "Libro de Elías", en el que un pintor judío se salta todas las normas judías con el fin de ser discípulo de Rembrandt. (con 254 pág. es la parte más extensa). La 3ª parte se desarrolla otra vez en La Habana, en 2008: "Libro de Judith", en la que la desaparición de una joven, Judith, perteneciente a la tribu urbana de los "emos" le sirve al autor para hablar de los heterodoxos, de los que son diferentes.
Esta obra es una mezcla de novela histórica (muy bien documentada) + novela policíaca (a destacar el retrato que hace de Mario Conde, un expolicía metido a detective, cincuentón melancólico, y que le sirve al lector para hacer un recorrido por las gentes y los lugares de esa ciudad tan especial como La Habana). Pero, en mi opinión, la novela tiene un punto débil, que está en la estructura narrativa, con falta de cohesión entre sus partes: da la sensación de estar leyendo dos o tres obras diferentes y sobre todo la segunda  se hace innecesariamente larga incluso para una lectora disciplinada como yo.
A pesar de esto, creo que Padura es un escritor interesante en la narrativa hispanoamericana actual y  al que  hay que tener en cuenta. Tengo pendiente la lectura de "El hombre que amaba a los perros".

"La muerte no equivale al fin; lo que conduce a la muerte es el agotamiento de nuestros anhelos y desasosiegos"  (dicho por un sabio judío de Amsterdam del s.XVII)
...
"Gracias a su preceptor, Elías Ambrosius asumió la noción de que cada acto de la vida de un individuo tiene connotaciones cósmicas".
                                                                        (Parte 2ª, Libro de Elías)

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