Película española, de 1964, del actor y director Fernando Fernán Gómez. realizada un año después de "El mundo sigue" (ver en este blog), con la que tiene puntos en común: esa radiografía de la sociedad española del franquismo, que F.Fernán Gómez hace de forma magistral en ambas películas.
En esta ocasión, nos refleja un ambiente provinciano, un pueblo cercano a la capital, en el que vemos reflejados, a través de sus habitantes, las miserias y represión de esos años.
A partir de unos hechos reales publicados en El Caso, conocidos como "el crimen de Mazarrón", Fernán Gómez crea una comedia negra articulada en torno a dos mundos: el interior -la casa- representado por tres hermanos solteros: Ignacia (Tota Alba), Pepita (Rafaela Aparicio) y Venancio (Jesús Franco), con una relación de dominación de la primera con respecto a los otros y, por otra parte, el mundo de fuera: la plaza pública, las tiendas, el baile... en el que van apareciendo los vecinos del pueblo, con sus cotilleos, sus ilusiones: Beatriz (Lina Canalejas), que aspiraba a casarse con Fernando (Carlos Larrañaga), un músico que iba con su grupo a amenizar los bailes. Será precisamente este personaje el punto de unión entre estos dos mundos.
A destacar la fotografía, de José F. Aguayo que logra crear un ambiente de misterio y tensión gracias a sus claroscuros, y la excelente interpretación de los principales actores. Para Carlos Boyero una de las mejores películas del cine español, junto con "El verdugo", "Plácido", "El pisito"...
En esta ocasión, nos refleja un ambiente provinciano, un pueblo cercano a la capital, en el que vemos reflejados, a través de sus habitantes, las miserias y represión de esos años.
A partir de unos hechos reales publicados en El Caso, conocidos como "el crimen de Mazarrón", Fernán Gómez crea una comedia negra articulada en torno a dos mundos: el interior -la casa- representado por tres hermanos solteros: Ignacia (Tota Alba), Pepita (Rafaela Aparicio) y Venancio (Jesús Franco), con una relación de dominación de la primera con respecto a los otros y, por otra parte, el mundo de fuera: la plaza pública, las tiendas, el baile... en el que van apareciendo los vecinos del pueblo, con sus cotilleos, sus ilusiones: Beatriz (Lina Canalejas), que aspiraba a casarse con Fernando (Carlos Larrañaga), un músico que iba con su grupo a amenizar los bailes. Será precisamente este personaje el punto de unión entre estos dos mundos.
A destacar la fotografía, de José F. Aguayo que logra crear un ambiente de misterio y tensión gracias a sus claroscuros, y la excelente interpretación de los principales actores. Para Carlos Boyero una de las mejores películas del cine español, junto con "El verdugo", "Plácido", "El pisito"...
Película imprescindible para conocer el cine español del s.XX.
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