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jueves, 18 de septiembre de 2014

"Memorial de disidencias. Vida y obra de J.M. Caballero Bonald"


El miércoles 18 de septiembre,se presentó en el jardín del Museo Picasso de Málaga la obra del profesor Julio Neira sobre el escritor jerezano J.M. Caballero Bonald: "Memorial de disidencias. Vida y obra de José Manuel Caballero Bonald". (Fundación José Manuel Lara)
La obra es un recorrido por la vida y la obra del escritor, con mención también a las distintas generaciones poéticas del s.XX.  Fue presentada por Antonio Soler y Rafael Ballesteros que hicieron hincapié en la actitud de infractor o disidente de Caballero Bonald y en sus méritos literarios,y en lo que ha sido el género biográfico. Habló también el autor, Julio Neira, que contó algunas anécdotas sobre C. Bonald y otros aspectos de la realización de su obra.
Obra muy interesante para los que somos incondicionales de Caballero Bonald y conocemos también el rigor y el buen hacer de Julio Neira (dirigió el Centro de la Generación del 27 y el Centro Andaluz de las Letras). Bienvenido, pues, este libro.


Algunos poemas de "Manual de infractores" de Caballero Bonald:

Summa Vitae
Summa Vitae

De todo lo que amé en días inconstantes 
ya sólo van quedando

rastros, 
marañas,
 
conjeturas,

pistas dudosas, vagas informaciones: 
por ejemplo, la lluvia en la lucerna

de un cuarto triste de París, 
la sombra rosa de los flamboyanes
 
engalanando a franjas las casa familiar de Camagüey,
 
aquellos taciturnos rastros de Babilonia
 
junto a los barrizales suntuosos del Éufrates,

un arcaico crepúsculo en las Islas Galápagos, 
los prolijos fantasmas
 
de un memorable lupanar de Cádiz,
 
una mañana sin errores
 
ante la tumba de Ibn’Arabi en un suburbio de Damasco,
 
el cuerpo de Manuela tendido entre los juncos de Doñana,
 
aquel café de Bogotá

donde iba a menudo con amigos que han muerto,
la gimiente tirantez del velamen
en la bordada previa a aquel primer naufragio... 

Cosas así de simples y soberbias.


Pero de todo eso 
¿qué me importa

evocar, preservar después de tan volubles
comparecencias del olvido? 

Nada sino una sombra
 
cruzándose en la noche con mi sombra.



Salvedad

Todos aquellos que han sobrevivido
a tres naufragios, tienen asegurada
la inmortalidad.
Así se afirma al menos
en los nunca escritos códices
de Argónida.
Mi suerte ya está echada:

Un naufragio me queda para atajar la muerte.

Azotea

Fui feliz fugazmente algunas veces,
entre dos furias fui feliz,
lo fui de vez en cuando sin saberlo.

Por ejemplo en la ciudad solar que se veía
desde aquella azotea de la infancia,
tentadora ciudad flameando
en los celestes mástiles del tiempo,
mientras iniciaba la vida la aventura
de descubrir el mundo a escondidas del mundo.
Allí subsisto aunque no esté, allí
perduro en medio
de la devastación de esa azotea
que reconstruyo cada día para no claudicar.






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