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domingo, 19 de febrero de 2017

Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki. Un grito contra la barbarie


Nagasaki, ciudad japonesa situada en la costa sudoeste de la isla de Kyushu, al sur de Japón, fue la segunda ciudad, después de Hiroshima, en sufrir los estragos de la bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial. El 9 de agosto de 1945, a las 11.02 h, el bombardero de E.Unidos "Bockscar" dejó caer la segunda bomba atómica sobre Japón, Fat Man, más potente que la de Hiroshima, en principio destinada a Kokura, pero que a causa de la niebla el comandante Sweeney decidió arrojarla sobre Nagasaki. 
La bomba cayó a escasa distancia de la catedral católica de Urakami, destruyéndola completamente y arrasó una amplia zona del valle de Urakami, en la zona industrial norte, con temperaturas de más de 3.000 grados y viento de 1.500 km./h, que arrancó casas, árboles... Se calcula que murieron en el acto unas 60.000 personas, pero esta cifra se ampliaría posteriormente a 150.000 personas por quemaduras y radiaciones, aparte de heridos y de la destrucción de casas, colegios, fábricas...
El Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki, que he tenido la oportunidad de visitar hace unos días, rememora este horror, a través de la información, fotografías que muestran las consecuencias de las radiaciones, restos de objetos que han quedado de ese día, así como testimonios personales, que nos hacen ver el daño causado y el poder destructivo de la bomba atómica, con una réplica de la bomba lanzada.
El Museo hace historia también del desarrollo de las armas nucleares, y los países y políticos relacionados con las bombas de Hiroshima y Nagasaki, así como de la situación actual del armamento nuclear en el mundo, y los movimientos en contra.
Junto al Museo, inaugurado en 1996 dentro de los proyectos del 50 aniversario  situado en la zona de la explosión, se encuentra el Parque de la Paz, en la zona del hipocentro, con estatuas que simbolizan la aspiración de armonía y paz, como la creada por Seibou Kitamura, de 10 m. de altura, que con la mano derecha señala la amenaza de las armas nucleares, y con la mano izquierda extendida es un símbolo de paz. 
Una lección de historia que nos ayuda a saber más y mejor sobre la condición humana, y cuáles son los valores por los que hay que seguir luchando.
Reloj tal como quedó, con la hora exacta de la explosión
Nagasaki, antes y después de la bomba
Réplica de la bomba atómica Fat Man
                                          
Parque de la Paz:

Hipocentro de la explosión
Estatua de la Paz (Seibou Kitamura)

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